sabato 10 luglio 2010

Bienvenido a Lisboa

Hoy el viaje fue tranquilo, todo normal y sin estrés pero extraño: en mi vida me había tocado viajar tuerto de un ojo.

Hoy, desde hace casi dos años, vuelvo a ver el Océano Atlántico, ¡que alegría!, de momento vi que seguíamos rumbo a América pero en pocos minutos el avión giró en U para entrar al aeropuerto. El impacto inicial fue bueno, muy bueno, el aeropuerto lindísimo, muy bien organizado y céntrico sobre todo, al menos para mí como turista me parece genial, como habitante son otros cuatro pesos.
Será cuestión del ojo pero este viaje estoy atontao atontao, ¿pueden creerse que no traje ni mapa, ni tan siquiera la dirección del hotel donde me iba a quedar anotados?, pues sí, cuando llego al aeropuerto me di cuenta que no tenía nada, sólo me quedaba la esperanza que el chofer del bus que nos recogía en el aeropuerto y nos llevaba a cada participante a los hoteles supiera decirme algo. Finalmente no tuve tan mala suerte, el chofer no sabía donde era el hotel VIP Berna, pero sí la parada más cercana donde me tenía que dejar, después con un poco de comunicación de parte mía en inglés - español - italiano y de los que me encontré que siempre me respondieron en portugués logré en 10 minutos más o menos encontrar el hotel. De las personas que me encontré y a las que les pregunté muy gentiles y muy amables, realmente algo muy positivo para mí de esta hermosa ciudad.

Hoy vi algo que me emocionó, fue cuando venía del aeropuerto en el bus que me trajo al hotel, era un niñito negro que hablaba muy bien el italiano, como cuando se nace en ese país de madre lengua, venia con su mamá, seguro que era adoptado porque ella era blanca, además de tener algunos años, pero el niño estaba impresionado con cada cosa que veía de la ciudad, decía: “Guarda mamma che belloooo, si sembra a quello di Roma...”, pero con la expresión que les ponen los niños, era estupendo. También esa señora venía a participar a la misma conferencia que yo por los papeles de inscripción que traía en sus manos.

El clima un poco extraño, jamás había estado en una ciudad cerca del Océano, hace mucho aire, un viento constante, lo que hace que la temperatura sea fresca, agradable, un poco molesto el viento pero soportable.

Lo mejor del día fue la cena, da la casualidad que delante del hotel encontré un restauran que se llama "Grill Mania" nada más y nada menos que comí arroz blanco y frijoles negros hechos como en mi casa, era un plato brasileño muy sabroso: arroz blanco, frijoles negros con chorizos, bistec de carne de puerco, un plátano maduro frito y ensalada. La cerveza para acompañar esto está de más decirlo.
Nota: Actualizo las imagenes cuando encuentre un cable para descargar las fotos de la cámara!

1 commento:

  1. Buena descripción, por aquí nos vamos enterando de más cosas que hablando directamente. Daniele quiere leer también, pero en italiano ja ja. Bueno, si vas a la cena social, nos cuentas ...

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